martes, 16 de noviembre de 2010

Por primera vez, el turismo rural no le escapará a la crisis económica

Como cada pequeño o gran sitio empresarial en España en el último año, los números dan en rojo para el turismo general y de él, tampoco se escapa el turismo rural, tal vez la modalidad de vacaciones que mejor se le había plantado a este revés del mercado mundial. 

Sin embargo, el 2010 cierra de un modo particular y con la mirada para abajo, ya que pese a que las cifras no varían abruptamente, las expectativas depositadas habían sido más elevadas que de costumbre en la cotidiana lucha contra la caída de los mercados y las medidas económicas de un Gobierno Central en decadencia. 

Lo que ya se sabe a ciencia exacta es que cuando en diciembre se haga el recuento general, habrá una caída en el número de viajeros y pernoctaciones debido a la contracción que sufrió el mercado nacional a partir de que hubo miles de familias que se queadaron en sus hogares este verano. 

Lo que preocupa, o lo que debe ocupar en este momento es la planificación para el príximo año, dónde ya se prevén descensos en el gasto y caídas de precios en varias regiones de turismo verde. Así, se tiene una primera impresión que habla de un sector del turismo rural que moverá en España aproximadamente 400 millones de euros en 2010. 

A simple vista, el resultado final será aún peor que el del 2009, siempre hablando de números globales, ya que en general, fueron varias las ciudades y regiones que mejoraron sus números a lo largo del período estival y que ahora, con las primeras oleadas de frio, empiezan a recibir a nueva gente para las navidades. 

Tal es el caso del turismo rural en Coruña, que aumentó su hospedaje e incluso durante varios fin de semana durante el año puso cartel de no hay más lugar. Aún así, el turimo rural ya había hecho mucho para evitar la recesión e incluso fue la única rama del turismo que creció, un 3% en viajeros y un 1% en pernoctaciones sobre 2008. 

Hoy, las casas rurales sufren el ajuste y entre enero y septiembre de 2010 acumula una pérdida de viajeros del 2% y un bajón del 4% en las estancias. En comparación con el 2009, todo es peor, ya que en medio de la peor época para todos, la oferta de casas rurales subió un 6%, hasta las 14.000. Y en lo que va de 2010 crece a un ritmo del 3%, mientras las pernoctaciones descienden un 4%.

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